miércoles, 22 de mayo de 2019

Lama Rinchen Gyaltsen.

O

“Texto sobre la verdad esencial y profunda”

 El dzogchen se presenta como una invitación a:  https://youtu.be/aaq6EY3PdCU
Nuestra apertura intrínseca, no como un sistema exclusivo, es decir
que cualquier método es válido para el estudiante si le ayuda a  despertar a su libertad innata, puesto que el dzogchen comienza una vez que esa libertad está disponible incluso en medio de la confusión.  Nuden Dorje presenta el dzogchen como un enfoque que implica una elección individual y una responsabilidad.  El maestro es más un facilitador que un director.Por lo tanto, no se trata de aplicar antídotos específicos ante situaciones concretas, sino más bien de utilizar la energía de cualquier cosa que surja para que se autolibere mientras uno permanece relajado en la propia apertura intrínseca. 

 Saludo a mi propia Presencia, la soberana suprema.

Mantén el cuerpo en la :
Postura de los siete puntos de Vairochana1
, no utilices la voz para :
Para recitar ni conversar, expulsa el aire de tu cuerpo y permanece relajado
tal como estés. No te pierdas en confusiones del pasado ni fomentes  confusiones futuras, reposa en el presente sin dudas ni incertidumbre.
No pienses en nada, no elabores nada, solo permanece de forma
espontánea en la simplicidad de la no distracción.    El meditador
y la experiencia son claridad, así que permanece relajado en la no
distracción que es inexpresable.Cada vez que aparezca un pensamiento, reconócelo inmediatamente y continúa sin distracción en la apertura que no se apega al lugar de
donde ha surgido ese pensamiento.  Los objetos externos en que creemos, todos los fenómenos que se pueden experimentar en samsara y nirvana, han sido como el cielo
desde tiempos sin principio. Todas las ideas dualistas de cualquier
actividad mental son meros nombres, carentes de la más mínima
partícula de realidad verdadera.  Permanecemos libres del error de  considerar que cualquier apariencia del incesante flujo que vemos existe realmente. Entonces surge la presencia clara, vacía y libre de todo apego, como el cielo.

Cuando practiques, de la forma que sea, aparecerán muchos tipos de
pensamientos y experiencias. En ese momento debes examinar con  firmeza cómo son: de dónde surgieron, dónde se quedan, a dónde van, qué forma y qué color tienen.
Examina también la propia presencia. Si no ves nada en absoluto,
analiza cuidadosamente qué es lo que se observa y quién es el
observador. Si ves alguna cosa con sustancia propia, entonces analiza  exhaustivamente todos los pensamientos con sumo cuidado.Permanece espontáneamente y sin apego en la apertura sin límites
que es como el cielo, libre de objetos; así verás claramente que la mente no tiene ninguna raíz.

 Debes comprender y analizar de esta manera y ver con claridad toda  la variedad de errores que impones sobre la calma y el movimiento en vez de simplemente ser esa calma y ese movimiento. Si mantienes esta práctica durante mucho tiempo, verás cómo es la mente. Por
consiguiente, ante cualquier pensamiento que aparezca, no tengas expectativas ni lo fomentes, no aceptes ni rechaces, simplemente mira  cómo surge y cómo se autolibera.

Desde un principio la vacuidad ha  estado desprovista de naturaleza propia inherente y transciende
cualquier interpretación.

 Es muy importante que sepas que tu consciencia que está presente, más allá de cualquier proceso
intelectual, es simplemente la propia Presencia.
Lo que se contempla, la contemplación y el que contempla, así como la
calma y el movimiento, son todos ellos la claridad de la expresión
 natural intrínseca. Contemplar esto sin apego es reconocer la propia
naturaleza, es ver de forma clara la base única del conocimiento y es
algo de suma importancia.

Si no tienes esta comprensión, percibirás lo que se contempla, la
contemplación y al que contempla como algo diferente, examinarás y  “etiquetarás” la calma y el movimiento y te verás atado por los
conceptos de existir y no existir, de fomentar y reprimir. Por lo tanto,
ten cuidado de no caer en los enredos de la denominación conceptual
de la vacuidad, como algo interno o externo, ni tampoco en al
aferramiento al objeto de meditación, ni en las nociones de bueno y  malo, esperanzas y dudas. No permitas que tu mente se distraiga con
el movimiento oculto del pensamiento, es vital que alcances la
comprensión que está libre de objetos y que trasciende todo límite.

 Por consiguiente, el movimiento y la no
dispersión deben estar siempre bajo el control de la claridad.
Es más, puede pasar que alguien siga los pensamientos que provienen
de la aparición de los diversos objetos de los seis sentidos. Entonces,
examina y juzga, siguiendo a un pensamiento después de otro y así se  refuerza la no dispersión. También puede pasar, cuando la mente no
reposa en sí misma, que los pensamientos se dispersen por todas
partes sin encontrar ningún límite; si esto ocurre, debes darte cuenta
de que se debe a los obstáculos que hay en tu visión y tu meditación.

Si la práctica deriva hacia esos derroteros, tal como se ha explicado
anteriormente, evita que la comprensión errónea oscurezca la
situación, huye de toda elaboración conceptual y mantén la
espontaneidad natural.  Ante cualquier movimiento o recuerdo que surja, permanece presente
en la claridad y simplemente viendo: no entres en juicios, no aceptes
ni rechaces, apruebes ni desapruebes, no vayas detrás de nada de lo
que ocurra, no obstruyas el movimiento ni impidas que cese. Lo más
esencial de la visión es permanecer exactamente en la presencia de  apertura que no cambia de aquel que da origen a los pensamientos.

 Debes reconocer lo que se conoce como la práctica o la ejecución del
juego de la realidad, es decir, entender la visión que acabamos de
explicar. En ese momento, si no has cortado la raíz del movimiento, de
manera que percibes los pensamientos como duraderos y proteges tus  historias habituales, entonces aparecen numerosos pensamientos
como objetos de una conciencia que no tiene la comprensión
necesaria. El conocimiento instantáneo se va ensombreciendo y
experimentas el obstáculo de la calma ignorante o letargo. Por
consiguiente, mantén la mente alerta y clara, practica en sesiones  cortas y permite que la mente se mueva. Es muy importante que
reconozcas el movimiento y la estabilidad.

Aunque aparezcan los objetos de los seis sentidos, no te ates a causa
de esperanzas o necesidades. Igual que en el océano pueden surgir
miles de olas, pero todas surgen por sí mismas y se disuelven por sí
mismas, lo mismo ocurre con los pensamientos.

 Si los pensamientos se manifiestan, será como la gran danza de la
cognición pura. Con la experiencia gradual de la propia mente llega la
claridad libre de las olas del movimiento y de la no dispersión. Y junto  a esa claridad intrínseca, la expresión de uno mismo es incesante,
como la luminosidad radiante. Este es el punto esencial para entrar en
el equilibrio meditativo de la unión de la vacuidad y la energía clara.  La comprensión que discrimina entre
movimiento y calma se conoce como no dispersión. Esa es la
introducción a la calma (gNas), el movimiento (`Gyu) y la Presencia
(Rig).  A veces hay una gran calma, y de repente ocurre algún movimiento.
No persigas el movimiento, permanece en la no dispersión. Hazlo una
y otra vez. No te fijes en las “buenas” cualidades de la calma y los
“problemas” del movimiento: simplemente estar (gNas) o permanecer
en la Presencia es el aspecto intrínseco.

El movimiento es el aspecto  manifiesto y la claridad es el aspecto radiante. Por consiguiente, no
hay ni el más mínimo rastro de “buenos” o “malos” pensamientos.
Aquel que no se da cuenta de esto y tiene apego a los pensamientos,
sean buenos o malos, y además le gusta estar absorto en la
experiencia de la vacuidad, nacerá en el reino sin forma. A quien le  gusta estar absorto en la experiencia de la felicidad o el gozo, nacerá
en los reinos del deseo. Y aquel que persigue o a quien le gusta estar
absorto en la experiencia de la claridad, nacerá en el reino de la forma.
Sin embargo, aquel que se haya liberado de los movimientos confusos
que surgen y practique la claridad durante mucho tiempo, llegará a la  vacuidad (sTong Pa).

Deberá permanecer tranquilamente por largo
tiempo en la presencia de lo intrínseco junto con la experiencia del
gozo que no se puede modificar ni eliminar. El incesante surgimiento
de pensamientos que expresan el poder de la Presencia es la claridad.
Es necesario reconocer la base de las cosas que deben purificarse,  como el anhelo por lograr estas experiencias, la tristeza por terminar
experimentando dispersión mental y no ver la pureza primordial, la
esencia de la meditación.

Por consiguiente, ante cualquier perturbación que aparezca, sea
aversión, atracción o asunción, así como ante cualquier pensamiento
que surja, bueno o malo, no los inhibas; no los veas como enemigos;
 no los juzgues; su naturaleza real ha sido la vacuidad desde el
principio y no traspasan ese punto. Por lo tanto, es muy importante
que desarrolles la habilidad de permanecer en la espontaneidad que
está libre de aferramiento.

  De la misma forma, debes darte cuenta de que la realidad de
estas tres instrucciones (reposar, manifestar, no dispersión) es que
son inseparables en una no dualidad.
 La calma mental, que es la pacificación de todos los pensamientos en
su propio espacio, y la visión profunda, que es ver directamente la
Presencia, no son dos. Todas las posibles apariencias de la energía de
la base se liberan por sí mismas.
Para expresarlo de la forma más breve: no separes calma y  movimiento, reconocimiento y Presencia, pensamientos buenos o
malos, cualquiera que sea el modo en que se manifiesten. No te
enredes en inhibir o fomentar, rechazar o aceptar. En el estado que
está libre de apariencia y de interpretación, mantén la Presencia y la
vacuidad. Cuando surjan pensamientos, es muy importante no  equivocarse y seguir estas instrucciones.

Los pensamientos son inherentemente inestables y se desvanecen,
tras lo cual se revela el espacio vacío en que se manifiestan esos
pensamientos. Por lo tanto, comprende de verdad la realidad de
 cualquier pensamiento que surja, mantén la experiencia instantánea y
directa, sin ningún residuo dualista, mantén la autoliberación. No lo
confundas con una actividad que requiere esfuerzo. Permanece
presente en este conocimiento directo.  Para despedir este primer esbozo intelectual nos dice el Autor: ¡ NUNDEN DORJE! 21/ MAYO/ 2019. (AL ÁNDALUZ. )

 Quien reciba esta enseñanza será un ser con buen karma y
oportunidades. Si obtiene la realización por la mañana, será un buda
esa misma mañana. Si la obtiene por la noche, será un buda por la
noche.




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